CURSOS DE FORMACIÓN. TRATO SIN TRUCO.

Actualmente y tras la crisis económica que, ¿hemos pasado?, los ciudadanos bien por carecer de un empleo o bien por querer mejorar profesionalmente han invertido en cursos de formación, pero no todos están contentos con los servicios contratados.

Si es vuestro caso y os sentís engañados debéis actuar, limitarse a devolver los recibos no es una buena idea porque la empresa puede proceder a interponer acciones judiciales reclamando las cantidades.

¿Por qué se permiten éstas malas prácticas por parte de las empresas?

No se permiten. La realidad es bien distinta, desgraciadamente ya sea por temor/respeto a comenzar un procedimiento judicial o bien por razones económicas (esas mismas que le han llevado a contratar el curso para obtener un trabajo),  los afectados deciden no hacer nada y si no se hace nada difícilmente podemos conseguir algo.

Pero entonces ¿qué hacemos?

Mi primer consejo es informarse previamente de la empresa que nos ofrece sus servicios, la parte mala es que hoy día tenemos demasiada información y debido a opiniones contradictorias puede que no nos sea de ayuda este paso previo.

El segundo consejo es intentar conseguir por escrito algún tipo de folleto informativo en el que aparezca todo lo que nos ofrecen.

¿Qué ocurre cuando independientemente de que nos hayamos informado o no sobre lo ofertado, esto no se corresponde con lo que finalmente obtenemos de la contratación del curso?

En primer lugar, tenéis 14 días naturales para ejercitar vuestro derecho de desistimiento, si ese plazo ha pasado y os sentís engañados os recomiendo como siempre consultar con un profesional porque no lo vais a tener fácil si actuáis solos.

Dependiendo del asunto podéis solicitar por la vía civil la nulidad del contrato reclamando la recuperación de las cantidades abonadas.

Por otro lado, puede que nos hallemos ante una conducta que suponga una infracción penal, en cuyo caso podéis optar entre interponer una denuncia o una querella criminal.

Lo que no debéis hacer nunca es culparos por haber sido víctimas de un engaño, nos puede ocurrir a cualquiera, así que ánimo y que se oiga vuestra voz.

Inmaculada García Gilarte.

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